¿A qué saben los chemtrails?


"Tengo unos sentidos del gusto y el olfato muy sensibles y esto me permite saborear y oler chemtrails en el aire con mucha facilidad. De hecho habitualmente es tan abrumador que tengo que llevar una mascarilla húmeda para soportarlo".
Russ Tanner

En los años 90 un hombre oriundo de Washington, William Wallace (como el famoso héroe escocés del siglo XII) contó que sentía un regusto extraño en la boca cada vez que divisaba chemtrails (además de sentir una serie de síntomas como mareos, debilidad o goteo de nariz). El periodista William Thomas, quien publicó en el Environment News Service de la plataforma Lycos un artículo con fecha 8 de enero de 1999, relataba respecto de Wallace:
El residente del estado de Washington William Wallace enfermó de diarrea severa y fatiga después de observar aviones multi-motor ocupando el día de Año Nuevo en dejar nubes lineales con un patrón de malla este-oeste. Un vecino que trabajaba fuera de casa cayó bajo los mismos síntomas. Pero sus respectivas esposas, que permanecieron en el interior, no sufrieron los efectos nocivos de las maniobras inexplicables que los observadores comparan con fumigaciones de cultivos a elevada altitud realizados por aviones multi-motor sin identificar.”
Thomas relata que Wallace se preguntaba si lo que le estaba haciendo enfermar era el Etilen-Dibromida, el supuesto aditivo del fuel de aviación JP8 que comentamos en el post de cómo se originó el bulo de los chemtrails. Lo que le llamaba la atención a Wallace era el patrón en forma de cuadrícula que dejaban las estelas producidas por aviones a elevadas altitudes (bien, al menos distingue que se trata de elevadas altitudes). Según él, los aviones de pasajeros no dejan estelas de condensación que permanecen y se transforman en nubes (una de las falacias más extendidas en el mundo de esta conspiranoia). Reportó entonces que tanto su mujer como él se encontraban como cansados y enfermos, sin energía para hacer nada tras el paso de dichos aviones, y además les dejaba un regusto extraño en la boca.  También reportó goteo de nariz, ojos llorosos, e incluso llegó a afirmar: “apenas pude levantar el brazo por encima de mi cabeza durante una semana para peinarme”.
Russ Tanner
No obstante, el que se lleva la palma en cuanto a superpoderes para la captación de sabores de los chemtrails es Russ Tanner, fundador de Global Skywatch y uno de los más reconocidos acólitos del movimiento chemtrailista mundial. Según publica en su propia página web (Globalskywatch.com) incluso en castellano: “Alrededor del 2% de la población tiene un gran sentido del gusto y el olfato. Yo soy uno de ellos. Con estos sentidos agudizados y con un horario flexible de trabajo, he sido capaz de reunir información y observar aerosoles químicos (‘estelas químicas’), patrones que la mayoría no puede”. 
Básicamente Russ Tanner tiene el don o la facultad de distinguir la composición de los chemtrails gracias a su agudísimo sentido del gusto y del olfato. Pero es que además no es necesario que el material del “chemtrail” recorra los 2 o 10 km (o los que sean) de distancia que le separan de él. Es capaz de detectar el olor o el sabor minutos después de la presunta fumigación. Russ continua:
“Yo trabajo en casa y he observado chemtrails ya que aparecieron consistentemente por primera vez en el pueblo que vivía, en ese momento-a finales de 2005 en Jamestown, Nueva York. Mis sentidos aumentados junto con mi cuerpo sobre-reactivo me dieron idea que voy a compartir en este artículo. Probablemente la observación más importante que hice sobre los chemtrails desde el principio es que hay varios tipos diferentes, es decir, si se realiza una clasificación de acuerdo con el gusto y el olfato”.

Los sabores u olores que Russ ha sido capaz de discernir son:
• Metálico salado
• Hierro
• Polvo de Yeso
• Acetona
• Agua de Pantano
• Farmacéutica
• Azufre
• Metálico Romo
• Químico metálico
• Plaguicidas
Además describe una por una su apariencia, composición, efectos sobre la salud y medidas de protección personal (como ponerse una toalla húmeda sobre la nariz, uso de máscaras húmedas, productos quelantes, aceites esenciales o cápsulas de Immune Stimulator).
Parece ser que lo que le ocurre a este señor es una suerte de “sensibilidad química múltiple” pero curiosamente acotada a las estelas (no así, al parecer a cualquier otro tipo de emisión a ras de suelo). Él mismo dice en su web: “Armado con un elevado sentido del olfato y del gusto, y tras descubrir que tenía reacciones físicas graves a los químicos rociados, se convirtió en mi misión involuntaria aprender todo lo que pudiera sobre estas obvias sustancias artificiales en el aire, que estaban haciendo de mi vida diaria una tortura”.

Russ Tanner, suponemos que sin querer, desmitificó (o “debunkó”, como decimos en la jerga del mundo conspiranoico) el bulo de los chemtrails. En mayo de 2016 publicó en su muro de Facebook:

“La falsa ciencia y los estudios falsificados son la norma en el mundo de hoy. La ‘ciencia’ oficial que promueven los gobiernos hoy es que 1 kg de fuel de aviación produce 1,2 kg de vapor de agua. Los desinformadores usan esta afirmación pseudo-científica para explicar que las estelas en los cielos son contrails inocuos”. Esta proporción no es solo incierta, sino que va en contra de todo sentido común. Si esta afirmación fuera cierta, basado en la cantidad de agua necesaria para conformar enormes plumas en el cielo, los aeropuertos estarían empapados todo el tiempo de los miles de galones de agua siendo emitidos por sus motores. En el aire, para hacer incluso una corta estela de 200 pies de ancho, se requerirían cientos de miles de galones de agua (y por lo tanto de fuel), y esto agotaría completamente la capacidad de combustible de los propios aviones (...)”...

Si muchos de los materiales supuestamente rociados tienen mayor peso específico que el agua (hablan de metales pesados) y dejan estelas de miles de metros.... ¿qué demonios nos fumigan entonces que los aviones pueden soportarlo?

Como venimos observando, el chemtrailismo no lo tiene nada claro.... Nosotros sí. Seguro que todos conocemos a gente hipocondríaca, pero llegar al nivel de Tanner solo está reservado a unos pocos. ¿Conocéis a alguien?

Os recomendamos revisitar estos dos posts que hablan sobre la composición de las estelas y de la posibilidad de que, no siendo lo que son, pudieran transportarlas los aviones:


Comentarios

  1. Eres ignorante, eres entúpido ,eres arrogante, eres despreciable, todo eso eres

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